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La Caja Negra: La demanda de los consumidores por pruebas de un impacto sostenible impulsa nuevas iniciativas de datos

Por Karla Noemi López

Una etiqueta ecológica llamativa ya no es suficiente. Dado que las empresas, las grandes marcas y los consumidores exigen cada vez más pruebas de impacto, los esquemas de sostenibilidad buscan nuevas formas de recopilar datos cuantitativos que demuestren su valor.

La certificación de sostenibilidad se ha convertido en una industria de miles de millones de euros, pero tiene un punto ciego que, una y otra vez, hace que los esquemas y los productos que llevan sus eco-etiquetas sean blanco fácil de las críticas: No hay datos cuantitativos, o son muy escasos, para documentar su impacto.

Cuando los consumidores compran muebles de jardín con certificación FSC o PEFC, o productos de cacao certificados por Fairtrade o Rainforest Alliance, suponen que la prima que pagan ayudará a reducir la deforestación, las emisiones de CO2 y a aumentar el número de agricultores que reciben al menos un salario mínimo vital, pero rara vez hay cifras que lo confirmen.


Para Rens Rutten, Especialista en Ciencia e Impacto de Rainforest Alliance, este terreno le es familiar. Durante los últimos veinte años ha estado buscando formas de aprender lo que funciona o no en los programas de desarrollo, y en los últimos cinco años los que funcionan para los sistemas de certificación.

Rens Rutten
Rens Rutten, Especialista en Ciencia e Impacto en Rainforest Alliance

"En términos de impacto, estamos abordando la certificación como una Caja Negra. En realidad no sabemos muy bien cómo funciona el programa de certificación sobre el terreno", dijo.

"Hasta ahora nos hemos basado en los datos de las auditorías y, en algunos casos, hemos recurrido a pilotos y pruebas para obtener más datos y conocer lo que ocurre a nivel del titular del certificado. No hemos conseguido desarrollar un enfoque eficiente y escalable", comparte Rens Rutten.

Una búsqueda en Google de la frase "impacto de la certificación de sostenibilidad" mostrará un largo historial de estudios de impacto científico y documentos que intentan identificar los cambios relacionados con la introducción de normas de certificación sostenible en la agricultura, la pesca y la silvicultura.

Una búsqueda en Google de la frase "impacto de la certificación de sostenibilidad" mostrará un largo historial de estudios de impacto científico y documentos que intentan identificar los cambios relacionados con la introducción de normas de certificación sostenible en la agricultura, la pesca y la silvicultura.

"Hemos regularmente solicitado estudios de impacto. A veces muestran que la certificación puede haber contribuido a ciertas mejoras, pero estos estudios enfocan la certificación como un solo programa, cuando en realidad consiste en una combinación de intervenciones que se aplican de diferentes maneras. Por eso, a menudo me parece que estos estudios no son muy útiles para saber qué funciona o no, y para qué tipo de agricultores", agrega Rens Rutten.
 

Medidores Inteligentes y Aplicaciones de Inteligencia de Fincas

En la reciente actualización de la Norma de Rainforest Alliance, Rens Rutten y sus colegas trabajan en un proyecto piloto que puede añadir una serie de nuevos mecanismos para mejorar la capacidad de seguimiento y la recolección de datos. Parte del paquete son los llamados Medidores Inteligentes (Smart Meters) con objetivos flexibles fijados por los propios agricultores, que RA espera mejoren la recogida de datos y el uso de los mismos por parte de los agricultores para monitorear los cambios y adaptar sus actividades cuando sea necesario. Una nueva plataforma digital y una Aplicación de Inteligencia de Fincas ayudarán a los agricultores y gestores a hacer un uso eficiente de la información y asegurarse que se monitorean los impactos, o la falta de ellos.

"Intentamos mostrar lo que realmente ocurre a nivel del titular del certificado y de las fincas. Queremos ayudar a los agricultores a recopilar y utilizar estos datos, y al mismo tiempo nos proporcionará más información sobre las mejoras que están obteniendo al trabajar con la norma", agrega Rens Rutten.

La norma piloto funcionará durante dos años con Medidores Inteligentes que abarcarán 11 temas, tanto a nivel de fincas como de la gestión, que van desde el riego y el uso del agua, los pesticidas y las emisiones de gases de efecto invernadero hasta cuestiones sociales como salarios, género, salud y la seguridad.

Sin embargo, medir el impacto y tratar de dar sentido a los datos a gran escala no es nada nuevo: Los esquemas de certificación y las ONGs llevan más de una década esforzándose en ello, pero hasta ahora ninguno de estos proyectos ha producido datos escalables y útiles.

Algunos temas como la igualdad de género o el trabajo infantil son extremadamente complejos de medir. El uso de fertilizantes puede variar mucho de un país a otro en función del suelo, el cultivo y el clima. Y mientras un esquema puede proponer un conjunto de indicadores, otros pueden tener un enfoque totalmente diferente, lo que hace difícil, si no imposible, un conjunto universal de afirmaciones que los clientes puedan utilizar para vender su producto.

La introducción de normas en una zona forestal también puede provocar la intensificación de la tala ilegal fuera de la zona forestal certificada. Por último, si bien un estudio de referencia ofrecerá una instantánea de un tema concreto en un momento determinado, por ejemplo, las normas de salud y seguridad, es imposible saber hasta qué punto estos cambios se habrían producido con el tiempo sin la certificación.

¿Qué hace creer a Rens Rutten que este proyecto producirá algún dato útil cuando tantos intentos han fracasado? Rainfores Alliance no impone ningún objetivo, explica. El objetivo principal de los Medidores Inteligentes es que los agricultores y administradores puedan medir su propio progreso según el indicador individual, por ejemplo el uso del agua, y utilizar esos datos para adaptar sus acciones hacia la mejora continua.

"Este enfoque traslada la propiedad y el uso de los datos a las fincas y agricultores, y generar+a datos más creíbles, ya que estos datos están destinados en primer lugar a ser utilizados para su propio ciclo de aprendizaje. Sin embargo, por primera vez estamos introduciendo una metodología común, que esperamos que muestre una imagen más completa de los impactos que nuestros titulares de certificados están produciendo", comparte Rens Rutten.

En Preferred by Nature, el Director de Mercado y Desarrollo, Adam Grant, afirma que se ha prestado muy poca atención a los impactos, pero que proyectos como el piloto de Rainforeste Alliance, y otras iniciativas de impacto actuales, son prueba de una nueva voluntad de ofrecer los datos que piden las empresas y los consumidores.

"No conocer el impacto real de lo que hacemos es hasta cierto punto como trabajar con una venda en los ojos. Podemos tener la idea de que estamos llevando a los proveedores y a las empresas en la dirección correcta, pero al final nos faltan los datos para demostrar que hay un impacto real", menciona Adam Grant.

Preferred by Nature ha lanzado recientemente el Estándar de Manejo de la Huella de Carbono (CFM), que permite a las empresas medir con precisión su impacto en el carbono y elaborar planes para reducirlo. Y se están preparando otras herramientas de medición del impacto, en parte gracias a las nuevas tecnologías, dice Adam Grant.

"Toda la tecnología para monitorear el impacto, como los satélites, los teléfonos inteligentes y los controles de datos descentralizados, ya está ahí. Solo tenemos que encontrar una metodología común y una forma eficiente de aplicarla a nuestros estándares", agrega Adam Grant.

"Una gran cantidad de movimiento"

Según Adam Romo, Coordinador Senior de Innovaciones de ISEAL, la organización mundial de miembros para sistemas de sostenibilidad transparentes, hay "una gran cantidad de movimiento" con miembros que mejoran su capacidad de recopilar, analizar y dar sentido a los nuevos datos.

"Estamos viendo un cambio entre nuestros miembros hacia un sistema de garantía y seguimiento con base al rendimiento, la cual requiere que los organismos de certificación midan cosas como las emisiones de gases de efecto invernadero, la cantidad de fertilizantes que se utilizan y los bosques que se conservan en una zona certificada, etc.", comparte Adam Romo.

"En lugar de limitarse a evaluar si las prácticas de sostenibilidad están siendo implementadas, el monitoreo con base al desempeño y la garantía hacen posible el reportar los cambios a lo largo del tiempo. Esto significa que los organismos de certificación pueden hacer afirmaciones mucho más detalladas e interesantes a sus clientes", dijo Adam Romo.

Todas las fuentes apuntan al hecho de que los datos de impacto sólo son útiles si también hay datos de referencia y datos de zonas no certificadas para dar perspectiva.

¿Quién impulsa esta tendencia? Rens Rutten apunta al sector privado:


"Por ejemplo, las empresas hoy en día tienen que informar de lo que hacen en materia de emisiones de CO2. La etiqueta ya no es suficiente. Quieren demostrar a qué mejoras están contribuyendo".”

Tanto Adam Grant, como Adam Romo, sostienen opiniones similares en el WRI. Romo, sin embargo, señala que el impulso hacia la iluminación de los datos y el impacto está, por supuesto, también estimulado por una voluntad interna de mejorar su desempeño

"Los esquemas se están dando cuenta de que, para lograr esa mejora continua, tienen que medir mejor y comprender lo que ocurre sobre el terreno y si están marcando la diferencia", agrega Adam Romo.

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